Las acusaciones afirman que los padres mataron a Asunta porque les estorbaba
Ricardo Pérez Lama y Rocío Beceiro González. Lama y Asociados.
La Voz de Galicia.
Como no pueden ser condenados a prisión permanente revisable, la Fiscalía pide para ellos los 18 años de cárcel que marca la ley y dice que todas las pruebas los acusan
A Rosario Porto y Alfonso Basterra les «estorbaba su hija». Por lo que fuera, querían rehacer sus vidas y Asunta no entraba en sus planes. Así que tramaron su asesinato. Durante meses, le suministraron un ansiolítico, «como se verá en las declaraciones de los profesores y en los informes de los forenses». Y el día del crimen le pusieron en la comida altas dosis de ese medicamento, «pues así se descubrió en el análisis toxicológico realizado hasta por dos laboratorios distintos». Luego su madre se la llevó a la casa familiar de Teo y allí la asfixió, «porque así queda probado por las cámaras, que la sitúan en aquellas horas entre Santiago y Teo, entre otras pruebas». Luego trasladó su cuerpo a la pista forestal, regresó a Santiago y, de la mano de su exmarido, acudió a poner la denuncia por desaparición. Esta es, básicamente, la tesis que intentó inculcar el fiscal en los miembros del jurado, a los que dedicó un alegato de más de una hora en el que, aparte de exponer las pruebas en las que se basa para considerarlos culpables, les explicó el abecé de la Justicia. Les habló de la diferencia entre homicidio y asesinato, del papel del fiscal en los juicios y en las investigaciones, del trabajo de los forenses y de los jueces instructores.