Ricardo Pérez Lama - Caso Vacas Locas

La Audiencia Nacional admite una demanda por ‘vacas locas’.

Una familia denunció al Estado y al Gobierno castellanoleonés
J. A. O. / León

La Audiencia Nacional ha admitido a trámite una demanda interpuesta por la familia leonesa Fanjul Terrado contra el Ministerio de Sanidad, por la que exige responsabilidades patrimoniales y morales por el fallecimiento de la madre y de un hijo en 2008 a consecuencia de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob, la variante en humanos de la encefalopatía espongiforme bovina: el mal de las vacas locas. Los Fanjul están a la espera de que la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo incluya también a la Consejería de Sanidad de Castilla y León como responsable solidaria de los fallecimientos.La demanda, cuantificada en medio millón de euros, se justifica en que las administraciones sanitarias estatal y autonómica permitieron que durante años se alimentara a las vacas con piensos para herbívoros que incluían proteínas animales; que la carne contaminada de los rumiantes se comercializara; que entrara en la cadena alimentaria, y que se vendiera.

Acusan al Estado y a la Junta de negligencia en la aplicación de las advertencias y decisiones de la Comisión Europea, de obligado cumplimiento.

El caso de la familia Fanjul es el único en el mundo con dos fallecimientos en una misma familia por el mal de las vacas locas. El primero fue José Emilio Fanjul, de 41 años, que falleció el 7 de febrero de 2008. Su madre, Sagrario Terrado, de 64, murió el 19 de agosto de ese año, tras ser atendida en el Hospital de Salamanca, al que fue derivada desde León, como recuerda el abogado Ricardo Pérez Lama.

En este sentido, señaló que desde el fallecimiento de José Emilio Fanjul y Sagrario Terrado, la familia «no ha recibido respuesta», mientras que sí la han tenido los ganaderos, los responsables de los mataderos, los transportistas, los comercializadores o los vendedores.

José Emilio Fanjul padre denunció ayer en León que, desde los fallecimientos, «nadie» ha realizado un estudio al resto de la familia, a pesar de que está certificado que el contagio se produjo por el consumo de carne contaminada. Pero lo peor, aseguró, «es vivir con la incertidumbre» de saber si hay más contagiados entre sus parientes, lo que empeora el «silencio» de las administraciones.

Su hijo y portavoz de la familia, Óscar Fanjul, reclamó responsabilidades administrativas por el suceso. «Hasta hoy no hemos sabido nada de nadie», recalcó. Aseguró no haber recibido apoyo psicológico ni haber realizado ninguna prueba médica, cuestiones a las que las autoridades se comprometieron, para saber si pueden estar contagiados por la misma patología.

«Mi indignación es bastante fuerte porque no dan la cara; no encuentro con quién hablar. Hay que buscar una responsabilidad, y por qué un alimento en mal estado llegó al mercado», concluyó. «Siempre he comprado carne en los establecimientos públicos de León, pensando también siempre que estaban garantizados: no sabemos por qué llegaron ahí».

El Mundo de Leon. www.elmundo.es. sabado 19 de dicembre de 2009