Víctor Timiraos, declarado culpable del asesinato de Marta Sequeiro
Ana Fernández Berini y Rocío Beceiro González. Lama y Asociados.
Diario de Ferrol
El jurado popular designado para el juicio contra Victor Timiraos por el crimen que acabó con la vida de Marta Sequeiro en abril de 2016 declaró ayer por unanimidad al acusado culpable de asesinato, atendiendo íntegramente a la petición de la acusación particular, ya que apreció que existió tanto alevosía como ensañamiento en el suceso.
No se apreció, sin embargo, el agravante de abuso de superioridad que solicitó la Fiscalía en la tercera jornada del juicio, cuando cambió su calificación de homicidio a asesinato. Ayer por la mañana, en la última jornada, tras la lectura de los informes, el procesado quiso pedir perdón a la familia de la víctima.
El tribunal se reunió para deliberar el veredicto desde primera hora de la tarde y no fue hasta poco después de las 22.00 horas cuando el portavoz del jurado comunicó que declaraban a Víctor Timiraos culpable por un delito de asesinato, por lo que podría enfrentarse a una pena de 25 años de prisión –como pedía tanto la acusación particular como el ministerio fiscal–, lo cual se conocerá en los próximos días.
De este modo, el tribunal jurado considera que el joven de 33 años asesinó de forma deliberada y en pleno uso de sus facultades a la camarera de 43 en la madrugada del 24 al 25 de abril de 2016 en el bar en el que trabajaba la víctima, en el barrio de Tejeras.
A pesar de que la defensa del encausado alegó que su cliente había consumido una gran cantidad de alcohol mezclado con medicación –por lo cual pedía su absolución o una pena máxima de 5 años–, este supuesto estado de enajenación fue desacreditado por especialistas en la penúltima sesión del juicio. También durante esa vista, los médicos forenses incidieron en que la muerte de Marta Sequeiro se había producido como resultado de las 64 puñaladas recibidas, sin ser ninguna de ellas mortal de necesidad.
Además, confirmaron que la camarera sufrió una muerte agónica que duró varios minutos. Del mismo modo, quedó acreditado para el jurado que Víctor Timiraos no actuó por un ataque de ira repentino, sino que lo hizo de forma calculada buscando un momento de indefensión de su víctima, como alegaba la acusación.