Víctor Timiaros, durante la vista en la Audiencia, en abril de 2017 | patricia g.fraga Diario de Ferrol

El TSXG confirma la pena de 21 años de prisión al asesino de la ferrolana Marta Sequeiro

Ana Fernández Berini. Lama y Asociados.

Diario de Ferrol.

El convicto había recurrido la sentencia alegando indefensión y falta de motivación en el auto condenatorio.

Víctor Timiraos, el asesino de la ferrolana Marta Sequeiro, muerta a consecuencia de más de sesenta puñaladas cuando se encontraba trabajando en abril del pasado año en el bar Bonky, deberá cumplir íntegramente los 21 años de cárcel a los que fue condenado por la Audiencia Provincial de A Coruña.

El convicto había presentado un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) por considerar que durante el juicio en la Audiencia no se estimaron determinadas pruebas periciales relacionadas con el consumo de sustancias psicotrópicas, por prescripción médica, y de alcohol, motivo por el que había asegurado no recordar nada de los hechos. En el mismo sentido, su defensa sostuvo ante el TSXG que tales circunstancias habían conllevado un “estado de indefensión”.

Sin embargo, la Sala de lo Civil y Penal del alto tribunal gallego no comparte las alegaciones, por lo que ayer hizo pública la sentencia en la que confirma la sentencia de la Audiencia Provincial. Entre otros aspectos, el TSXG entiende que no existió la indefensión aludida por el letrado del acusado, que había manifestado no haber tenido la oportunidad de presentar “testifical y pericial referidas” a los mencionados consumos, cuya ingesta conjunt –entendía el acusado– habían propiciado el salvaje asesinato.

Entre otros aspectos, los magistrados de la sala recuerdan que la letrada que había asistido a Víctor Timiraos ni siquiera había presentado tales hechos a lo largo del procedimiento.

En este sentido, matiza que tampoco cabe argumentar que, “de haberse practicado, el veredicto hubiera sido favorable a la defensa”.

Por otro lado, la Sala tampoco comparte el exposición de la actual defensa de Timiraos en relación con la carencia de motivación del veredicto del jurado popular, circunstancia por el que confirma la sentencia.