«Sé que algún día me va a matar», declara la madre del niño asesinado presuntamente por su padre en Oza
Rocío Beceiro González. Lama y Asociados.
La Voz de Galicia.
El acusado declaró en el primer día del juicio que apenas recuerda lo que ocurrió aquel fin de semana desde que recogió al pequeño en el punto de encuentro hasta que fue detenido el lunes.
«Por que le hiciera daño a mi hijo nunca tuve miedo, por mí, siempre. Y lo sigo teniendo. Sé que algún día me va a matar». Protegida por un biombo, la madre del niño de 11 años asesinado presuntamente por su padre el 7 de mayo del 2017 en un monte del municipio de Oza-Cesuras declaró este lunes por la mañana que desde su separación en el 2009 hasta hace poco tiempo no fue capaz de salir a la calle sola por miedo a su exmarido, condenado por un delito de coacciones continuadas, al que el propio acusado se refirió, a preguntas de la fiscal, como «lo juzgado, juzgado está».
En el primer día del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia provincial contra él por un delito de asesinato y lesiones psíquicas con agravante de parentesco, el acusado, diagnosticado de varias enfermedades mentales graves que lo llevaron a solicitar motu propio la suspensión del régimen de visitas de su hijo, declaró que apenas recuerda lo que ocurrió aquel fin de semana desde que recogió al niño en el punto de encuentro hasta que fue detenido el lunes en una habitación de un hostal donde se refugió después del crimen.
«Yo en estado normal sería incapaz de matar a mi hijo», afirmó. El presunto parricida, que había suspendido el tratamiento psiquiátrico, negó haber actuado por venganza e insistió en que no es «una persona normal» y que su percepción de la realidad puede alterarse ante determinados estímulos negativos. Su salud mental dirige la línea de la defensa, que solicita la libre absolución si no se acredita la autoría, y en caso contrario la eximente completa con internamiento en un centro psiquiátrico o incompleta con atenuante.
De la otra parte, tanto la acusación particular como la fiscal, la letrada de la Xunta y la acusación popular solicitan prisión permanente revisable. Mantienen que hubo alevosía, que el acusado planificó el crimen, se aseguró de que su hijo no se podía defender y sabía lo que hacía. Avanzaron que las pruebas periciales y testificales que se aportarán los próximos días confirman que era consciente de lo que estaba haciendo y su personalidad fría y falta de empatía y arrepentimiento.