Ana Fernández Berini - Lama y Asociados - Abogados Ferrol

La familia de la víctima está indignada porque cree que los escritos de Fiscalía y defensores son casi iguales

Ana Fernández Berini. Lama y Asociados.

La Voz de Galicia.

La defensa de Víctor Timiraos Navarro, el hombre que permanece en prisión provisional desde el pasado 25 de abril por la muerte de Marta Sequeiro, camarera del bar Bonky, solicita la libre absolución de su representado bajo el argumento de una supuesta eximente por consumo de bebidas alcohólicas y Benzodiacepinas que hacían que el día de autos se encontrase en un estado de intoxicación plena. Para el supuesto de que no se atienda esta petición plantea como alternativa la concurrencia de una eximente incompleta por intoxicación por drogas y alcohol, por lo que la pena sería de cinco años de prisión. En cuanto a la responsabilidad civil, en el escrito de defensa se hace constar que Víctor Timiraos tiene voluntad de reparar el daño causado, añadiendo que, no obstante «a día de hoy es insolvente económicamente y no tiene bienes ni fuentes de ingresos con los que hacer frente a la indemnización».

La familia de la fallecida volvió a hacer público ayer su «rabia e indignación», por entender que no se va a hacer justicia con el caso de Marta Sequeiro. Ya se habían manifestado en ese sentido cuando conocieron el escrito de acusación de la Fiscalía, que califica los hechos de homicidio y pide entre 10 y 15 años de prisión, y ahora inciden en que la exposición de la acusación pública es «muy parecida» a la de la defensa, algo que, dicen, no llegar a entender.

Para las hermanas de la fallecida y sus abogados, el gabinete Lama & Asociados, los hechos que ocurrieron aquella madrugada constituyen claramente un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, ya que Marta Sequeiro murió desangrada tras recibir 64 puñaladas en diferentes partes del cuerpo.

En el escrito presentado por la defensa de Víctor Timiraos se indica que el acusado tenía una buena relación con la camarera, por lo que después de quedarse a solas estuvieron tomando unas copas. «En torno a las cinco de la madrugada, mi representado recuerda vagamente tener una discusión con ella, haber visto un cuchillo encima de la barra y posteriormente verse ensangrentado en el exterior del local», se apunta, añadiendo que, no obstante, «reconoce que tuvo que ser él quien infringió las heridas a la víctima».