María del Mar Longueira durante el juicio. Paco Rodríguez. La Voz de Galicia.

La Audiencia ordena el ingreso en prisión de la madre de los mellizos asesinados en A Coruña

Rocío Beceiro González. Lama y Asociados.

La Voz de Galicia.

Su ex compañero y asesino de sus hijos, Javier Estrada, cumple en Teixeiro una condena de 43 años y 7 meses.

Cuando su pareja mató a sus hijos, todo el mundo la abrazó. Pero en cuanto la Justicia empezó a escarbar y descubrió que María del Mar Longueira no fue una madre como Dios manda, se acabó el consuelo. La jueza instructora dijo que ella no asesinó a sus hijos, ni siquiera estaba en casa aquella desgraciada mañana del 21 de agosto del 2011, pero tampoco hizo nada para evitarlo. Peor aún: ella también los maltrataba. Por eso la sentaron en el banquillo junto al hombre que dio muerte a los mellizos y la Audiencia Provincial la condenó a 12 años y 9 meses de prisión como autora de dos delitos de homicidio imprudente, siete de maltrato familiar y coautora de dos delitos de malos tratos habituales. Escuchó la dura sentencia en marzo del año pasado, pero no ingresó en prisión porque confiaba en que su abogado le diese la vuelta al fallo en su recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Pero no consiguió nada. Fue entonces al Supremo, y tampoco. Cerradas todas las puertas, la Audiencia ordenó esta misma semana que ingrese ya en la cárcel a cumplir la pena. Si lo hace en el centro penitenciario de Teixeiro, estará muy cerca de su ex compañero y asesino de sus hijos, Javier Estrada, que cumple una condena de 43 años y 7 meses.

Al conocerse la sentencia del crimen de los mellizos, nadie preguntó cuánta pena le había caído a él. Preguntaban por el castigo que la jueza le impuso a ella. Porque ella era la madre de los niños y pocos entendían cómo una mujer podía cegarse tanto por un hombre hasta el punto de taparse los ojos y los oídos cuando sus amigos le decían que lo dejara, que iba a terminar matando a sus hijos. La noticia estaba en ella, y la Justicia la cercó, imputándola apenas dos meses después del doble crimen. María del Mar Longueira dejó de ser una madre destrozada y merecedora de todo el apoyo y el cariño de la gente para estar en boca de todos. Las acusaciones la dibujaron como a una mujer perversa capaz de las mayores atrocidades para mantenerse cerca del hombre de su vida. «Estaba perdidamente enamorada», llegó a confesar.

Los pequeños de 10 años Alejandro y Adrián no tuvieron un instante de sosiego desde que vieron la luz. Su madre, que hoy tiene 41 años, los tuvo fruto de una relación con un hombre que nunca se preocupó de ellos. En septiembre del 2010, y a través de una agencia matrimonial, conoció a Javier Estrada, nueve años más joven que ella. Fue un amor a primera vista. Solo dos semanas después ya estaban viviendo juntos. Los malos tratos, de ella y de él, se multiplicaron. Hasta que pasó lo que pasó. Una mañana, Estrada los mató a golpes porque uno tiró un reloj al suelo.