La geolocalización del teléfono de Diana tumba la versión del Chicle sobre su muerte
Ricardo Pérez Lama y Ana Fernández Berini. Lama y Asociados.
La Voz de Galicia.
La Guardia Civil defendió que el móvil de la joven siempre estuvo conectado a un repetidor que solo emite señal en el paseo de O Areal, y no en la calle Venecia, donde Abuín asegura que se encontró y mató accidentalmente a Diana.
El estudio de las conexiones y geolocalizaciones del teléfono de Diana Quer ha terminado por dilapidar la última versión de José Enrique Abuín sobre la muerte de la joven. Ha sido así después de la comparecencia de los agentes del grupo GATO de la Guardia Civil, que han afirmado que es imposible que, la noche del 22 de agosto de 2016, la madrileña se metiera por el callejón que conecta el paseo de O Areal con la calle Venecia, donde el Chicle afirma que se la encontró antes de matarla accidentalmente.
La versión de los agentes choca frontalmente con la de único acusado de la muerte de Diana Quer. Después de más de 2.000 kilómetros recorridos por la comarca, y semanas de trabajo, los funcionarios del GATO presentaron a petición del juez instructor un trabajo sobre los teléfonos de acusado y víctima. Esta mañana lo presentaron ante el jurado, al que le aseguraron que el móvil de la fallecida siempre estuvo conectado a un repetidor que solo emite señal en el paseo de O Areal. Dado que nunca perdió esa conexión, sumado a que la geolocalización del teléfono también indica que pasó por esa zona, es imposible que se desviara al lugar donde el Chicle asegura que la mató. Esa cobertura «nunca llega a la calle Venecia, es irrefutable», afirmó uno de los agentes, que se afanó en ser comprensible por el jurado.
Según la versión de los agentes, el Chicle fue presumiblemente la persona que soltó la frase «morena ven aquí». Lo indican así porque en la reconstrucción precisaron que ese hombre se dirigió a Diana en el callejón que conecta O Areal y Venecia. Después de ese encontronazo y tras más de un minuto sin utilizar su teléfono, los funcionarios aseguran la madrileña que siguió su camino para contactar con su amigo, al que le dijo que «un gitano me está acojonando». Tal y como indicaron, no fue hasta la intersección al final del cruce entre el paseo de O Areal y la calle Venecia que, supuestamente, el Chicle la abordó.
A partir de ahí trazan tres posibles escenarios, ya que el teléfono de Diana se conecta a diversos repetidores. No es hasta la entrada por A Tomada a la autovía do Barbanza que los tres vehículos vuelven a unirse, hasta que, en el puente de Taragoña, el móvil de Diana es arrojado al mar y se pierde su rastro. Sobre el Chicle apuntan que tardó unos 25 minutos en hacer el trazado desde A Pobra a la nave de Asados, donde apuntaron que, como mínimo, estuvo más de una hora.
El capitán de la UCO
La sesión contó también con el testimonio del capitán de la UCO que se hizo cargo de la investigación del caso de Diana Quer en enero del 2017. Lo primero que precisó fue que el teléfono intentó ser desbloqueado en seis ocasiones antes de ser lanzado al agua y que fueron informáticos alemanes los que se encargaron de desbloquearlo.
Admitió también que en un primer momento, El Chicle fue descartado como sospechoso por culpa de un error en las cámaras de la autovía, que no estaba en hora. Fue con el transcurso de la investigación que volvió a esta condición, ya que «José Enrique coincide plenamente con el pase de ese coche en la autovía». Sobre el acusado de matar a Diana Quer afirmó que es «una persona avispada», justificándolo en que fue capaz de percibir que la Guardia Civil lo estaba persiguiendo.
El trabajo de la UCO terminó por colocarlo de nuevo como principal sospechoso, hasta el punto de que «iba a realizarse la detención de José Enrique Abuín sobre mediados de enero», afirmó en la sala. Solo faltaba el informe un último informe del GATO cuando el Chicle intentó raptar a la joven de Boiro en navidad de año 2017. Lo delató la grabación de Whatsapp de la joven, que los agentes identificaron al momento: «Podían correr peligro terceras personas y se procede a su detención».
Fue tras su detención que Abuín accedió a decir dónde había escondido el cuerpo. El capitán de la UCO precisó que entró con él en el sotano de la nave aunque: «El [Chicle] no quiere acercarse, yo no veía el pozo al que él se refería». En ese momento, asegura, que Abuín le dijo que no quería hacerlo consternado con la imagen del cadáver tras confesarle que había vuelto días después de la muerte de Diana Quer para lastrar el cuerpo y que se hundiera definitivamente en el pozo.