La acusación particular pide prisión permanente para el Chicle por asesinar y violar a Diana Quer
Ricardo Pérez Lama y Rocío Beceiro González. Lama y Asociados.
La Voz de Galicia.
La representación letrada de la familia de la joven reclama también indemnizaciones por valor de 300.000 euros.
Prisión permanente revisable. Esa es la pena que el abogado de la familia de Diana Quer solicitará para el acusado, José Enrique Abuín, el Chicle, al considerar que, además de secuestrarla y asesinarla, también la violó. El letrado Ricardo Pérez Lama, el mismo que dirigió la acusación popular en el caso Asunta porque es el delegado en Galicia de la asociación Clara Campoamor, acaba de presentar su escrito de calificación ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ribeira y en él también reclama indemnizaciones por valor de 300.000 euros para la familia de la joven madrileña, así como que no pueda aproximarse a ellos a menos de mil metros y que no pueda comunicarse con ellos por ningún medio por un período de diez años superior al de la duración de la pena impuesta.
La presentación de los escritos de calificación es el paso previo a que el juzgado declare la apertura de juicio oral, que se celebrará en la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, la que tiene su sede en Santiago. En su relato de hechos, la acusación particular señala que sobre las 2.44 horas del 22 de agosto del 2016, Diana Quer López Pinel, que tenía 18 años de edad, caminaba por la calle Venecia de A Pobra do Caramiñal cuando José Enrique Abuín Gey la sorprendió «propinándole un fuerte golpe en la nuca, agarrándola por el cuello y arrebatándole su teléfono móvil» para después secuestrarla «con el ánimo de atentar contra su libertad sexual y su vida», para lo que la introdujo a la fuerza en su coche.
El escrito señala además que el Chicle sujetó a Diana utilizando unas bridas, una de ellas de gran tamaño que colocó alrededor de su cuello para evitar que pudiese huir y anular su capacidad de resistencia. Después, condujo su vehículo desde A Pobra hasta una nave industrial abandonada situada en el lugar de Asados, en Rianxo, que fue donde fue hallado el cadáver de la joven.
La representación letrada de los padres de Diana Quer concluye que una vez allí, el acusado «aprovechando la total indefensión» de la chica «y la impunidad que le ofreció el lugar» procedió a desnudarla completamente para después agredirla sexualmente. «Una vez logrado su propósito, y con la intención de impedir ser descubierto, acabó con su vida provocando su asfixia por estrangulamiento con la brida que había colocado alrededor de su cuello».
Una vez consumado el crimen, la acusación particular asegura que el Chicle eliminó cualquier prueba o indicio que lo relacionase con los hechos, para lo cual se deshizo de la ropa y el calzado que llevaba puestos Diana y «escondió su cuerpo arrojándolo a un pozo lleno de agua y con una tapa existente en la nave industrial abandonada de Asados» para después proceder a limpiar el vehículo y la moqueta del maletero con un detergente con el fin de borrar las pruebas del asesinato.
También concluye el abogado de los padres de la joven que «alrededor de veinte días después, el acusado regresó a la nave industrial para asegurarse en mayor medida no ser descubierto, abrió la tapa del pozo y al comprobar que el cuerpo de Diana estaba flotando en la superficie, lo lastró con dos bloques de obra atados con un cable alrededor del cuerpo en la zona dorso lumbar y asegurado sobre las axilas, a fin de que permaneciese hundido en el fondo».
Fue en este pozo donde cerca de 500 días después, el 31 de diciembre del 2017, la Guardia Civil halló el cadáver de la chica. El propio acusado llevó allí a los agentes. Por todo ello, la acusación particular considera que José Enrique Abuín Gey es autor de un delito de detención ilegal, otro de agresión sexual y otro de asesinato. Al concurrir estos dos últimos la legislación penal española permite solicitar para él la prisión permanente revisable, la pena más dura del Código Penal.
La cuestión fundamental sobre la que girará el juicio será precisamente esta, la de determinar si hubo o no agresión sexual, algo que hasta ahora ha negado el acusado sabedor de que ese delito, sumado al del asesinato (mucho más sencillo de demostrar) podría conllevarle a la pena de prisión permanente que la familia de Diana Quer acaba de confirmar que pide para él.