La Xunta tiene que indemnizar al padre de Óliver por la muerte de su esposa e hijo
Ricardo Pérez Lama. Lama y Asociados
Diario de Ferrol.
Tras más de doce años de intensa lucha, Manuel Bouza Dopico acaba de ganar ahora una batalla que inició a raíz de la muerte de su hijo, Óliver Bouza, a manos de su esposa, que después se quitó la vida. La tragedia ocurrió el 20 de marzo de 2000 en el barrio naronés de A Solaina, pero, tal y como señala ahora el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), “el fatal desenlace se venía anunciando desde hacía tiempo”.
Óliver Bouza, menor de edad, padecía un trastorno grave de tipo agresivo, motivo por el que la Consellería de Familia había asumido su guarda, toda vez que los informes de diferentes técnicos desaconsejaban que viviera con sus padres, ante el peligro que ello representaba.