José Pardo - La Voz de Galicia

Los empleados de FIMO temen acabar despedidos y sin cobrar

Ricardo Pérez Lama. Lama y Asociados.

La Voz de Galicia.

La plantilla cree que el Concello va a desentenderse de su situación.

Los cuatro trabajadores de la plantilla de FIMO temen que el pase de las instalaciones al Concello no solo no suponga la solución a sus problemas, sino que implique que sean despedidos sin cobrar las mensualidades que se les adeudan ni las indemnizaciones correspondientes. El próximo mes de abril están fijadas las vistas judiciales por las demandas por la reclamación de los salarios pendientes y también han presentado la rescisión de sus contratos, debido a la situación que padecen, aunque insisten en que su voluntad es de la quedarse en sus puestos.

Tal es así que han ofrecido a los responsables municipales la posibilidad de negociar una bajada de las condiciones salariales y laborales en esta nueva etapa de municipalización de las instalaciones, pero por el momento no han tenido eco a sus demandas.

La situación es compleja, ya que los trabajadores pertenecen al Consorcio Pro-Ferias y Exposiciones, formado al 55 % por la Cámara de Comercio -que enfila su liquidación- y al 45 % por el Concello de Ferrol. Sin embargo, el consorcio ya no dispone de bienes, toda vez que la administración local ha comprado el recinto ferial de Punta Arnela, después de que fuera subastado judicialmente por una deuda con Abanca. Pasar a formar parte de la plantilla municipal tampoco es fácil, ya que estos empleados no han pasado una oposición para ello. Pero defienden que existen diversas fórmulas posibles, incluida la subrogación, en el caso de que el Concello opte por adjudicar la gestión a una empresa privada.

Los empleados, que han estado trabajando durante casi dos años sin cobrar, el último de los cuales a las órdenes del Concello, se ven desamparados y se sienten engañados, ya que después de comprar las instalaciones, el alcalde, José Manuel Rey, afirmó que la prioridad siguiente sería el pago de las cantidades pendientes a la plantilla y la situación continúa deteriorándose. De hecho, dos de los trabajadores llevan tres meses de baja y las otras dos, desde hace unos quince días.

Insisten en la voluntad de llegar a un acuerdo porque, de lo contrario, afirman, las cantidades que tendrían que abonárseles a los cuatro -incluyendo salarios, intereses de demora e indemnizaciones- pueden rondar los 350.000 euros. Apelan a su experiencia y capacitación para continuar en un recinto en el que algunos llevan tres décadas.

Los trabajadores han pedido la rescisión de sus contratos aunque quieren continuar

Esfuerzo

En la larga agonía que está padeciendo FIMO, con un futuro todavía sin despejar de todo, hay un eslabón que está sufriendo como ningún otro las consecuencias. Los cuatro trabajadores que todavía quedan en la institución llevan dos años trabajando sin cobrar. Ese es también un esfuerzo por mantener la feria en pie que no puede dejar de valorarse en la medida que corresponde para cualquier solución que se apunte de cara al futuro.

Cambio de cerradura en las instalaciones

Personal del juzgado y los procuradores del Concello se personaron el pasado jueves en el recinto ferial de Punta Arnela para que la administración local tomase posesión oficial de las instalaciones. Después de realizar el inventario de los bienes, también se cambiaron las cerraduras, por lo que los trabajadores, una vez reciban el alta, no tienen llave para acceder a la sede.

Los empleados insisten en que la situación actual del cierre de las instalaciones no hace más que contribuir a deteriorar el recinto. Hace dos semanas, la empresa que había instalado el sistema de aire acondicionado se llevó los equipos después de realizar múltiples requerimientos para que se le abonasen algunas facturas pendientes.

No obstante, en Semana Santa se celebrará Equiocio, el salón del caballo, ya que lo organiza una empresa privada, que ya negocia con el Concello el alquiler de las instalaciones.