Tomás Esteban, el día de la celebración del juicio, el pasado abril

El pederasta acusado de abusos a la nieta de su novia, condenado a dos años de cárcel y alejamiento

El imputado se benefició de los retrasos habidos en la celebración del juicio

La asociación Clara Campoamor ejerce la acusación popular.

Letrada Rocío Beceiro. Lama y Asociados

El hombre que estaba acusado de abusar sexualmente de la nieta de su novia, cuando pasaron el verano del 2006 en la comarca de Ferrol, ha sido condenado a dos años y un mes de prisión por un delito contra la indemnidad sexual. Se benefició del retraso en la celebración de la vista. La sentencia de un juzgado de lo penal ferrolano considera probado que Tomás Esteban López, de 58 años, aprovechando la confianza generada por la convivencia del grupo, con el propósito de satisfacer sus apetencias sexuales, invitó a la niña, entonces de cinco años, a acompañarle a una pequeña casa deshabitada situada en la misma finca en la que el grupo familiar se encontraba. Una vez allí se bajó los pantalones e instó a la pequeña a que le tocase el pene. Pero en ese momento llegó la abuela -novia entonces del acusado- que separó inmediatamente a la niña.

Fue denunciado días después en la Guardia Civil, detenido y enviado a prisión donde permaneció desde el 6 de septiembre del 2006 hasta el día 22 siguiente. Puesto en libertad, se dictó orden de alejamiento, que se implantó también en el país donde todo el grupo familiar está emigrado. El tribunal considera como pruebas la admisión parcial de los hechos, si bien alegando que había sido la chiquilla quien al verle orinar se aproximó. El día del juicio declaró que la noche del día de autos celebraron una cena con unos amigos durante la cual su compañera no le habló y al día siguiente lo echó de casa. La abuela señaló en el juicio que Tomás y la niña le habían pedido pan para llevárselo a unas ovejas y como tardaban un poco fue a mirar lo que ocurría. Al llegar a la trasera de la casa y ver que no estaban con las ovejas regresó por la vivienda vieja y escuchó murmullos. Subió a la primera planta y sorprendió al hombre cometiendo el abuso, con toda claridad, aseguró. La jueza considera que esta declaración «persistente y detallada» es veraz y corroborada con otras pruebas periféricas. La forense que examinó a la víctima también considera como posibles tales hechos.

La Voz de Galiciaferrol
16/7/2010